Me parece que el traducir de una lengua a otra es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, están llenas de hilos que las oscurecen, y no se ven con la lisura y tez del haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel––dijo don Quijote.
Y aún así le dije a Enrique Fierro, simpatizante de los rinocerontes––Tomemos prestada la pelota de ping-pong de nuestros amigos Lorenzo y Margarita, y aquí escribámonos y traduzcámonos el uno al otro. Pero, tejamos reversos, traducciones traidoras, como falsos amigos, des faux amis que se miran, pero no se reconocen.

Friday, August 17, 2012

Mientras algunos amigos (distraídos y más que generosos) se las arreglaron para entusiasmarse por esta tímida resurrección de FOES AMIS, otro comenta que "poco o nada de interés" ha encontrado en ella.

Confío que el último texto de Manning contribuya a justificar el aliento recibido por Fierro desde New Paltz, Buenos Aires y Oviedo y a que en algo se modifique la opinión de un oriental de California.

Y no continúo porque ya debo asomarme a la ventana del mediodía para poder saludar a la tarde de ayer que se aproxima y siempre me pregunta a los gritos por alguna cosa húmeda.

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